lunes, 30 de noviembre de 2009

ESCUELA POSITIVISMO



AUGUSTO COMTE
DAVID HUME
JOHN STUART MILL
CONDE SAINT SIMON

DEFINICIÓN
El Positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX del de la mano del pensador francés Augusto Comte y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según la misma, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución Francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.

CARACTERÍSTICAS
Esta corriente tiene como características diferenciadoras la defensa de un monismo metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). Creen que tiene que haber una unidad de método a pesar de que haya una diversidad de objetos. La explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales.
A su vez, el objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener excesiva acumulación documental y escasa síntesis interpretativa.

REPRESENTANTES
AUGUSTO COMTE
Filósofo francés que nace en 1798. Perteneció a una familia muy católica y realista. En 1814 entró en la escuela politécnica, y ya desde entonces dio pruebas de no hallarse conforme con los medios existentes de enseñanza y las formas de la sociedad, llegando incluso a auto convencerse que debía fundar una revolución filosófica.
En ese momento las ciencias matemáticas y la física ocupaban su atención. Con estas ideas y siendo aún muy joven ingresó en la escuela de Saint Simón que comenzaba a figurar en París. El maestro mismo de dicha escuela lo llamó el benjamín de la escuela. Saint Simón y Comte comenzaban a estar en desacuerdo. Dicha discrepancia no se manifestó contundente hasta la muerte de Saint Simon ocurrida en 1825, por lo tanto Comte se separó de todo lo relacionado con la escuela Simoniaza.
En 1826 sufrió una enfermedad a lo que él mismo llamó una crisis mental. Se obsesionó de tal manera que también perjudicó su pensamiento. En ese momento vivía entonces de lo que producía su cátedra de matemáticas. Posteriormente, algunas diferencias con sus colegas y la ascensión de Luís Napoleón al Imperio le hicieron perder su cátedra, reduciéndolo a la mayor indigencia, viviendo entonces de los donativos voluntarios de sus admiradores y amigos en Francia e Inglaterra.
Publicó durante un período de 26 años una serie de obras dedicadas todas a fundar la definición de filosofía positiva.
Otras obras de Comte son: Sistema de política positiva, Consideraciones sobre las ciencias, los sabios y el poder espiritual, Tratado elemental de geometría analítica, Tratado filosófico de astronomía popular, Calendario Positivista y Curso de filosofía positiva en 1839.
Sin lugar a dudas la obra más importante de Comte fue la del discurso sobre el espíritu positivo, publicada en 1844 dando una forma más popular a las doctrinas que expuso en su anterior obra Curso de filosofía positiva.
Comte presenta a la historia humana en tres fases o estados:
1. Estado teológico: corresponde a la infancia de la humanidad; en esta época las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales, utilizan categorías antropológicas para comprender el mundo y técnicas mágicas para dominarlo.
2. Estado metafísico: las explicaciones son racionales, se busca el porqué de las cosas, y se sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos.
3. Estado científico o positivo: es la definitiva. El conocimiento se basa en la observación y la experiencia y se expresa con el recurso de la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza para su dominio técnico.
Además afirma que no es posible alcanzar un conocimiento de realidades que estén más allá de lo dado, de lo positivo, y niega que la filosofía pueda dar información acerca del mundo: esta tarea corresponde exclusivamente a las ciencias.

DAVID HUME
Nació el 7 de mayo de 1711 en Edimburgo, Lothian (Escocia) en el seno de una familia acomodada. Con tan sólo doce años ingresó en la Universidad de Edimburgo. De 1734 a 1737 se planteó los problemas de la filosofía especulativa. Durante este periodo escribió su obra más importante, Tratado sobre la naturaleza humana (1739-1740). Escribió además Ensayos morales y políticos (1741-1742). No consiguió su nombramiento para la facultad de la Universidad de Edimburgo porque se le consideraba un escéptico en asuntos religiosos.
Fue tutor del enajenado marqués de Annandale y posteriormente auditor de guerra. Sus Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano se publicaron en 1748. En cuanto a la moral, sostiene que la razón debe ser esclava de los sentimientos o pasiones. Sólo las pasiones pueden movernos; la razón debe estar a su servicio. Las reglas de la moral y de la justicia tienen un carácter puramente convencional. No existe una necesidad racional que nos lleve a respetar esas reglas (la propiedad privada, la obediencia a las leyes, el respeto a las promesas, etc.). Observar estas reglas, así como otras convenciones (e.g., las del a modestia y la castidad) es algo bueno sólo por la utilidad social que traen. Si las condiciones sociales fueran diferentes, esas normas no tendrían sentido.
Hume cree que todo el conocimiento humano proviene de los sentidos. Nuestras percepciones, como él las llamaba, pueden dividirse en dos categorías: ideas e impresiones. Así define estos términos en Investigación sobre el entendimiento humano: «Con el término impresión me refiero a nuestras más vívidas impresiones, cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos, o deseamos. Y las impresiones se distinguen de las ideas, que son impresiones menos vívidas de las que somos conscientes cuando reflexionamos sobre alguna de las sensaciones anteriormente mencionadas».

JOHN STUART MILL
Londres, 20 de mayo de 1806 — Aviñón (Francia) 8 de mayo de 1873, fue un filósofo, político y economista inglés representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, planteamiento ético propuesto por su padrino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundido con profusión por Stuart Mill.
Fue el mayor de los hijos del filósofo e historiador James Mill. Sus hazañas como niño eran excepcionales. A la edad de tres años le enseñaron el alfabeto griego y largas listas de palabras griegas con sus correspondientes traducciones al inglés. Alrededor de los ocho años ya había leído las fábula de Esopo, la Anábasis de Jenofonte y todas las obras de Heródoto, en su idioma original; al mismo tiempo ya conocía a Luciano, Diógenes. Isócrates y seis diálogos de Platón. Para entonces ya había leído mucha historia en inglés.
A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra. Fue designado como profesor de los niños más pequeños de su familia. Su principal lectura continuaba siendo la historia, pero estudió también a todos los autores latinos y griegos comúnmente leídos en las escuelas y universidades de aquel entonces.
La obra Sobre la libertad de Mill se dirige a la naturaleza y límites del poder que puede ser ejercido legítimamente por la sociedad sobe el individuo. Uno de los argumentos insignia de Mill es el principio del daño o principio del perjuicio (harm principle). Éste mantiene que cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros. Si la realización de la acción solo abarca la propia persona, esto es, si solo afecta directamente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derecho alguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está perjudicando a sí mismo. Sostiene, sin embargo, que los individuos están exentos del derecho a llevar a cabo acciones que puedan causar daños perdurables y graves sobre su persona o propiedades según postula el harm principle.
La concepción de Mill sobre la libertad, consistía en que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee a no ser que dañe al prójimo. Cada persona es por sí misma suficientemente racional para poder tomar decisiones acerca de su propio bien y elegir asimismo la religión que plazcan. El gobierno solo debe inbterferir en tanto se trate de la protección de la sociedad, explica Mill.

CONDE DE SAINT SIMON
Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint Simon; París, 1760 - 1825) Historiador y teórico político socialista francés. Perteneciente a una familia aristocrática venida a menos, el conde de Saint-Simon era sobrino-nieto del duque Louis de Rouvroy, famoso por sus memorias, en las que describió la corte de Luis XIV.
Por tradición familiar, Saint-Simon estaba destinado a ser militar. Participó en la guerra de la Independencia a favor de las colonias americanas, y durante la Revolución Francesa se hizo republicano. Nombrado presidente de la Comuna de París en 1792, renunció a su título nobiliario y se adscribió al ideario haciéndose llamar Claude Henri Bonhomme. Unas acusaciones de especulación con los bienes nacionales y sus relaciones con Danton, que no eran vistas con buenos ojos, dieron con él en la cárcel en 1793, aunque fue liberado en 1794.
Durante el Directorio Saint-Simon gozó de una desahogada posición económica; su casa era frecuentada por personalidades como Monge, Lagrange y Dupuytren. Viajó a Alemania, el Reino Unido y Suiza, donde publicó su primera obra: Carta de un residente en Ginebra a sus contemporáneos (Lettres d’un habitant de Genève à ses contemporains, 1802 o 1803), donde apunta lo que posteriormente definiría como su teoría de la capacidad.
Quebrantada su situación económica, se dedicó a escribir numerosos textos científicos y filosóficos hasta que consiguió estabilizarse. En el periódico L’Organisateur declaró: «Si Francia perdiera sus principales físicos, químicos, banqueros, negociantes, agricultores, herreros, etcétera, sería un cuerpo sin alma; en cambio, si perdiera a todos los hombres considerados más importantes del Estado, el hecho no reportaría más pena que la sentimental»; la afirmación le acarreó un proceso.
En 1821 escribió El sistema industrial (Du système industriel), y en 1825 su libro más importante, Nuevo cristianismo (Nouveau Christianisme). Arruinado por segunda vez, intentó suicidarse de un pistoletazo, pero falló el tiro y perdió un ojo. Ayudado por uno de sus discípulos, Saint-Simon planificó la creación de un nuevo periódico, Le Producteur, pero falleció antes de su aparición.
El pensamiento de Saint-Simon deriva de su reacción contra el derramamiento de sangre de la Revolución Francesa y el militarismo de Napoleón. En sus teorías propugnaba la idea de que la propiedad privada sería buena en cuanto cada individuo recibiera su retribución en función de su capacidad.

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